El concejal de medio ambiente Alberto Egido, en el estanque del parque Camarmilla y los humedales de espartales norte
Este abuelo Sauce, posiblemente tenga 80 o 90 años, aunque este en zona privada debería de estar señalizado y protegido.
Estas algas no son peligrosas, el agua circula, entra y sale del estanque
Concejal, técnicos, ecologistas y vecinos, supervisamos el estanque, la flora y fauna viven sin problemas, OK.
En un día muy bien aprovechado, el concejal de medio ambiente de la guía de ecologistas en acción, caminaron por las tierras norte del termino municipal de Alcalá, para terminar en Espartales, acompañado por varios vecinos de esta plataforma, tomando unas muestras de las algas del estanque del parque urbano del Camarmilla y viendo los humedales del sueño en Espartales Norte.
El objetivo principal de la excursión era visitar junto al concejal de
medio ambiente la zona norte de la ciudad.
El inicio de la visita tuvo lugar a las 7:30 horas desde el paraje conocido
como “Las Zorreras”, situado entre la A-2, el polígono de La Garena y la base
aérea de Torrejón. Es una gran parcela que tiene como valor principal el no
estar construida ni urbanizada, por lo que supone el respiro visual en la margen
derecha de la A-2 al de la finca de Espinillos en la margen izquierda de la
misma. Supone, por tanto, una ruptura del continuo urbanizado que se extiende
desde Madrid hasta Alcalá de Henares, con algún paréntesis similar como puede
ser el valle del río Jarama. Hicimos hincapié en la necesidad de mantener este
espacio sin construir y en la zona del valle del Torote, muy bien delimitado
por sus terrazas fluviales, la imperiosa necesidad de conservar sus valores
naturales y su potencial de convertirse en un lugar de importancia en la
recuperación del paisaje fluvial. Como anécdota destacar que una parte de este
espacio es finca municipal.
Después nos trasladamos a la antigua carretera de Ajalvir, donde pudimos
observar el polígono industrial de “Los Salobrales”, perfectamente urbanizado
desde hace años sobre una superficie próxima a las 30 hectáreas y en desuso
completo en cuanto a instalación de empresas se refiere. Es curioso que haya
grupos de presión, entre los que se incluyen la mayoría de los partidos
políticos con representación municipal, que siguen demandando la conversión de
una gran superficie de suelo rústico, y por tanto con uso agrícola y natural,
en suelo productivo, cuando esta situación de polígonos sin uso o abandonados
es una realidad fácilmente comprobable a lo largo y ancho de nuestro término
municipal.
Muy cerca de este polígono, se encuentra la gran parcela que el Ayuntamiento
habló de ceder a Química Sintética, en su criticable afán de evitar su salida de
la ciudad aún a costa de facilitar una reconversión a suelo residencial, con
pingües beneficios para la misma y sin garantía fiable para que los puestos de
trabajo se mantengan en la ciudad. Por cierto, las aguas subterráneas de esta zona están contaminadas y sin mayor justificación, se le cede una parcela a escasas metros del río Torote, en una zona de gran permeabilidad a la contaminación y en la línea justo de un
espacio protegido por la Red Natura 2000: la ZEPA 139 y el ZEC de los ríos
Jarama y Henares. Parece otro ejemplo más de la insensibilidad política hacia
nuestra sociedad y los recursos vitales que la sustentan.
Como curiosidad pudimos ver que las dos parcelas contiguas al río Torote
han sido plantadas con pistachos para explotación comercial.
Otro de los puntos destacables de esta excursión, tuvo lugar en el camino
que hay detrás del polígono de Los Salobrales y que acaba en la antigua finca
agrícola llamada de San Isidro. Allí, atónitos, pudimos observar el trabajo de
una retroexcavadora arrancando los tocones y raíces de lo que quedaba de un
retamar tras haber pasado previamente unas vertederas con un arado. No es la
primera observación que realizamos con este tipo de actividad y, a
continuación, pudimos confirmar, con completa impotencia e indignación, que ya
habían hecho lo mismo con otros dos retamares que había en la zona. Estas tres
roturaciones se suman a la realizada hace un año en la finca conocida como Pago
Grande, sobre una superficie de unas 50 hectáreas y propiedad de una
constructora local. Es curioso, que en la zona más deseada para transformar
en zona productiva, en el nuevo Plan General, todos los propietarios se hayan
puesto de acuerdo en roturar unos terrenos que no cultivaban desde hacía varias
décadas. Está claro que alguien está preparando el terreno, para facilitar su
transformación en suelo productivo en un espacio Red Natura. Nos gustaría ver a
los grupos políticos defendiendo otro modelo de territorio, que no sea el de
perder valiosos enclaves a cambio de unos pocos empleos, creados sobre un modelo
que antes o después colapsará. Pero el cemento quedará para hacer inservible
esos terrenos para alimentar a las personas o para sostener una biodiversidad
de la cual dependemos.
A continuación recorrimos el río Torote, por la Cañada del Torote, hasta su
cruce con la R-2. Se trata de una vía pecuaria de gran valor local, que
conectaba la Cañada Real Galiana con los pastos del Torote hasta su
desembocadura con el río Henares, albergando dos de los tres descansaderos que
existen en nuestro término municipal, lo que nos permite hacernos una idea de la
importancia de esta vía pecuaria en la actividad de la trashumancia. Hay que
destacar que las vías pecuarias de Alcalá de Henares sufren un deterioro
invisible ante la pasividad de las autoridades de todas las administraciones, suponiendo una pérdida a veces irreparable, de espacios considerados como
dominio público; espacios de toda la ciudadanía, de todas las personas. Uno de
estos descansaderos sirve como lugar en el que se vertieron grandes cantidades
de escombros y el otro, situado junto a la R-2, está siendo cultivado por
alguien que tal vez desconozca que esa parcela no es de su propiedad sino de todos.
Zonas de Espartales:
Los humedales del sueño y el estanque del parque del Camarmilla
Después, cerca de las 14:00 horas realizamos una visita a las lagunas del
Sueño, junto a Espartales Norte, para comprobar que son uno de los pocos y
valiosos espacios húmedos de nuestro término a pesar del estado de deterioro
que presentan. Está claro que deberían de ser objeto de recuperación de sus
valores naturales, pero no se sabe nada. De aquí parten alguno de los conocidos
viajes de agua, que abastecían a la ciudad de Alcalá de Henares desde el siglo
XVI. Entre otras cosas pudimos observar un gran sauce blanco que vive allí, en
el anonimato absoluto, desde hace tal vez 90 años. Es curioso que este arbolado
no reciba ningún tipo de protección o catalogación. Junto a las lagunas del
Sueño existe una pequeña extensión de terreno de unas 2 hectáreas en las que se
desarrollaba un espléndido ejemplo de humedal del tipo prado inundable, con unos
ejemplares de juncos de gran desarrollo. Otro palo anímico, al comprobar que
también lo han dañado, con una labor de arado sin ningún sentido. ¿Qué está
pasando en Alcalá? ¿Quién pone orden en proteger, conservar, recuperar y
visibilizar nuestros valiosos espacios naturales y nuestra biodiversidad?
La siguiente parada fue en el polémico parque del Camarmilla, para observar
la laguna de laminación de avenidas, que se construyó y valorar posibles
mejoras. Comprobamos que, a pesar de presentar una gran cantidad de algas en
una parte importante de la misma, la vegetación y la fauna hace uso del lugar
por lo que puede ser conveniente que siga sin clorarse el agua ( única propuesta vecinal realizada, de las muchas que hemos comunicado al ayuntamiento, para tratar de naturalizar la zona). Pudimos
observar, cómo las eneas van colonizando parte de la laguna, así como algunos
arbustos de vegetación autóctona, acompañados por la presencia de una ánade real
con 8 crías, golondrinas comunes, aviones comunes y aviones zapadores.
El último lugar en el que realizamos parada fue junto a los depósitos de
agua de Alcalá, en la carretera de Meco, para comprobar cómo otra vía pecuaria,
la Cañada del Listón, tiene un paso peligroso en la carretera de Meco, aunque
se podría señalizar y mejorar el nivel de seguridad a los posibles usuarios de
este camino natural. Desde allí, observando el vaso vacío de la laguna de Meco
y los cerros de Alcalá de fondo dimos por finalizada la excursión por el
norte de Alcalá a las 19:00 horas.
Ecologistas en Acción - Alcalá de Henares
C/ Daoíz y Velarde, 28, 2ª Planta
28807 Alcalá de Henares, MADRID
Apdo. de Correos 340
Tlf. 620 849 726
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